no se sí volvería ... corta.
servicio impecable en cuanto a atención. para uno que es un poto pelao, cuando hay algo un poquito mejor se nota.
el ambiente exquisito... un poco cargado de infantes (para mi siempre van a ser un exceso la cantidad de niños en un restaurant), pero muy rico ambiente y decoración.
pasando por la parte del emporio, empecé con tiritones, así que me zampé el ravotril sublingual y me fui a sentar, para luego vitrinear con la watita llena, de manera más inofensiva.
no tenían las 2 primeras cervezas que pedí, y me recomendaron la pikantus, supuestamente parecida a la weissbier, pero not... era más oscura y amarga... al final igual rica, pero no parecida.
risoto del mar.... la cagó!! deberían recomendarlo. muy muy rico. el sabor se pasó. no tan generosa la cantidad de mariscos... por el precio pensé que sería un poco más, pero el sabor notable.
yo pedí el surf and turf, y fue una decepción. fome. venía con 1 camarón... si; uno !! pensé que era webeo... fail épico. de sabor rico, pero no alcancé a darme ni cuenta... ahí se caen mal. esloque me haría no volver, y me deja picao. la salsa holandesa rica, pero no supe donde ponerla, por q en el pocillo no conversaba mucho con el resto del plato. la carne ya tenía su salsita incluida. las papas fritas caseras fomes. mezcladas con camote q se agradece, pero la fritura no me gustó.... eran casi papas cocidas.
churros de postre, rico. porción más abundante que los platos. pregunté si venía 1 o 2 churros jajajs, pero venían 5!!! wow!!!
jajajas rico restaurant, pero medio apretados con los ingredientes... poco amor y entrega a los clientes. feliz pago harto, pero también pido harto a cambio.