excelente lugar, con mi polola llegamos tipo 13:15, no teníamos reserva pero fuimos afortunados, quedaban solo 2 mesas para 2!
por eso, les recomiendo reservar, así se van a la segura y evitan hacer lista de espera.
mi polola pidio una pizza campesina con sprite normal y yo una pizza del huerto con una copa de vino cabernet. de postre nos sugirieron la torta de la casa para compartir, deliciosa, es un brownie caliente con helado de vainilla, nueces y un toque de azúcar flor espolvoreada. la atención fue muy rápida, pese a que el local estaba repleto. las pizzas llegaron a punto, son gigantes para ser individuales, la masa perfecta, los ingredientes de primera, las verduras vienen sofreídas, por lo que tienen un gusto excepcional.
la decoración del lugar es muy acogedora, madera, frisos en las paredes antiguos, lámparas que simulan candelabros, una barra que arriba tiene un traga luz que le da un toque abierto, y la cocina a la vista, todo muy bien.
los garzones muy atentos, independientemente de quien te toma el pedido siempre están preguntando si necesitas algo más.
a la hora de pagar noté un poco de desorden con las comandas, que retrasó el pago, cosa que deberían mejorar, tal vez indicando con un número la mesa para mantener el orden y no confundir cuentas.