hay que decirlo, he encontrado buenos locales en zomato, incluso los más escondidos o con poquitos reviews, y la serrana es un verdadero tesoro.
se erige en medio una calle ultra céntrica, pero se distingue de inmediato la casona como si ahí se hubiera detenido el tiempo. al entrar, es como un viaje al pasado, pues el local no se ve viejo, si no en pleno esplendor.
se nota que es una casona rescatada y renovada y como ambiente, me encantó.
fuimos un miércoles después del trabajo y ya había bastante gente, lo cual habla muy bien del local. me tinca que el dato ha sido pasado de boca en boca, pues no paraba de llegar gente. así y todo, había bastantes mesas.
la atención fue inmediata, y los mozos muy amables y atentos, aunque sentí que a ratos se vieron un poquitín sobrepasados. pero se tomaban igualmente el tiempo de explicar la carta sin poner cara de 'odio mi vida, mátenme'.
se puede ver la cocina, lo cual es un deleite. tienen un mesón grande, como para 6-8 personas, y el resto son de 4, 3, 2...lamentablemente siento que estaban un poco pegadas entre sí; por el lleno, recomiendo a ir a una hora 'razonable'.
también existe servicio para llevar, pero salvo que haya apuro, es mucho más agradable comer en el local. quédese, no sea leso.
partimos por pedir un carpaccio de salmón, para ver qué tal era lo que no es pizza, porque así de contreras.
...bueno, sí pedimos pizza igual. una diavola dulce y una del sur.
te dejan pan calientito fresco en la mesa, con un potecito de salsa tomate albahaca riquísima. y eso que odiamos la albahaca.
por algún misterio gozoso, llegó antes la pizza. raro. o sea, no me molestó, pero me llamó la atención; si pido algo antes y está en la sección de entradas, cómo es que llega después. en fin. todo se mezcla al final, como decía mi viejo.
llegó el carpaccio al fin, con pan tostadito tan (pero tan tan) rico y blandito. buen (pero buen buen) salmón ahumado con rúcula y alcaparras. no dejamos ni un poquitín, y olvidé tomarle la foto porque hambre.
buena pizza, además. odio (pero odio odio) la masa delgada, excepto aquí. se nota bien casera, deliciosa. actúa como un soporte para disfrutar de las mezclas que tienen de ingredientes, que si bien son fuera de lo común, no caen en lo eeeew. los toppings son abundantes y protagonistas, y conversan bien entre ellos. me recuerda a la fabbrica, pero a una fracción del precio, que está como a nivel pizzería de cadena, pero más gourmet en el sabor y atención.
la diavola dulce me mató con su cebolla caramelizada; y la del sur, con su carne en tiritas, su longaniza de campo, su todo.
pedimos una leche asada de postre, que llegó literalmente medio minuto después; pero estaba rica, espesita, cremosita, con un gusto a caramelo old school, ese que era medio amarguito que hacía tu abuela o tu mamá.
tuvimos solo un pequeño percance, que tardaron bastante en traernos el vuelto, porque habían perdido la boleta entre el tejemaneje, sin embargo supieron resolverlo bien y nunca nos cargaron la mano a nosotros, así que no hubo mal rato y volvería encantada.