un lugar poco conocido, pero que puede ser una de las joyitas ocultas del barrio yungay. hay que saber que es un hostal y que además funciona como restaurant, por lo que no será extraño ver algunos turistas enlosalrededores.
el ambiente está super bien logrado, es un mix de varias cosas y estilos, y en cierto sentido tienen alguna similitud con la peluquería francesa. me llamó la atención que tienen 3 piezas que sirven como comedores individuales para grupos de 5 o más personas, lo que le da una intimidad especial a esos espacios.
la carta tiene todoslosclásicos de la comida peruana, y como novedad ofrecen distintas preparaciones de leche de tigre (solo para valientes). para el almuerzo tienen un menú de $5.000, que incluye entrada, fondo y una bebida. lo interesante es que se puede elegir el fondo entre varias opciones de la carta, ylosplatos son muy abundantes. nosotros elegimos; ají de gallina, lomo saltado y pescado frito con arroz, todos impecables en sabor y presentación.
esto lo acompañamos con un ceviche donde la zarita ($9.900) para compartir, donde pueden comer de 3 a 4 personas. el plato se compone de un ceviche, de salmón en este caso, y unos notables chicharrones de mariscos, donde quizás el de calamar es el que más destaca.
grata experiencia, buena comida y precios baratos. la atención puede mejorar, en algunos momentos se notó falta de coordinación, pero esos detalleslosolvidamos rápidamente con lo buena onda que era la gente del local. recomendado!