fui un día domingo buscando algún lugar especial para comer pizza en providencia, algo que no conociera y este parecía bien. bueno, fue grande la decepción, empezando por la pésima pero pésima atención que recibimos, el mozo no nos pescaba, se hacia el tonto y nos trataba con falta de respeto y una cara de insoportable que daban ganas de irse. en cuanto llegaron las pizzas (luego de harta espera) y el calzone me sentí decepcionada nuevamente, no era lo que esperaba, no estaba malo, pero ninguna maravilla tampoco. no volvería a ir. otro detalle: pasaron miles de mendigos pidiendo plata e incluso nos pidieron el pan de la mesa, se lo llevaron todo. no lo recomiendo.