la bella y la bestia. tal como el cuento, este restaurant tiene 2 caras. por un lado, una tremenda carta con platos muy muy ricos, mientras que por el otro, un pésimo ambiente, iluminación y atmósfera para salir a comer. al llegar pensamos en irnos ya que tiene luz blanca cm de estadio, iluminado al maximo, sin rincones, sin ambiente calido, nada de intimidad para una conversa, muy pobre, pero decidimos comer ahi porque veniamos recomendados. pedimos 2 sandwiches, un bucanero y otro de hamburguesa. ambos muy muy ricos, papas medias saladas, pero el sandwich, bien condimentado, mi plateada al vino y caramelizada, bastante sabrosa y de rica textura. no pedimos postre, pero tenían buena cara al igual que las entradas. precio justo. arreglen la ambientacion urgente, para volver a ir.