buena música, tragos ricos y también su comida. además de una terraza especial para el verano.me encantó el lugar, con mucha onda y decoración modernista, un buen dj, la atención perfecta, buenos tragos, la comida también anda bien y buen ambiente. su terraza es una buena opción para las tardes de verano.
fui con un grupo de amigas y tuvimos suerte, ya que encontramos mesa, aunque no teníamos reserva. la decoración del lugar me encantó modernista, elegante y con una gran barra de mármol (muy estilo newyorquina), donde te puedes hacer la idea de la gran variedad de tragos que tienen para cumplir todos tus antojos.
el mesero muy amoroso, nos dio muy buenas recomendaciones y siempre estuvo atento por si necesitábamos algo (y eso que eramos 6 chicas no muy silenciosas).
yo pedí un pisco piña (5.700 - pisco quebranta, jarabe de piña, zumo de limón y ginger ale), que estaba tan rico que tuve que pedir otro. para picar un ceviche fresco del día (6.300) buenísimo, además de la degustación que venía con un crudo, tostaditas, unos montaditos de jamón serrano, papas bravas (quizás demasiadas) y la estrella de la noche, una entraña que estaba maravillosa.
en fin, el tiempo pasó volando y fue todo perfecto, me parece que faltan más lugares como este, sobretodo para mi edad.... ya queloquiera o no, ya no soy una ventiañera, pero aun quiero pasar un rato agradable en un bar con mis amigos.
pd. recomiendo hacer reserva, nosotras tuvimos suerte, pero en general se llena.
pd2. creo que nunca me acostumbraré a los baños mixtos, prefiero no compartir el espejo con el sexo opuesto, pero en fin... así son los tiempos modernos.
pd3. las porciones no son muy abundantes (aunque para nosotras estuvo bien) y quizás sería bueno en las tablas, menos papas y más de los otros ingredientes... pero en fin.