llegué por zomato. fuimos con mi padre y madre para el día de las madres. el lugar es pequeño pero acogedor, la atención es buena, aunque hay que levantar harto la mano. nos atendió el dueño (?) muy simpático y amable. la comida es espectacular, pedimos dos pizzas y una pasta (raviolis). las pizzas de masa suave y casera, con ingredientes de excelente calidad, muy bien preparadas y grandes. la pasta fresca, casera, al perfecto dente, la salsa sabrosa y de tomates naturales. la porción puede ser pequeña para algunos eso sí. y lo mejor para el final: los postres son una bomba, recomiendo la tarta de guindas con chocolate, aunque la panna cota es tremenda. todo lo que pedimos + 3 minerales + 1 coca = 47.000 aprox. los bebestibles un poco caros, lo demás en su precio.