perpiacere

fui porque varias veces he pasado por ahí , tenia una onda el lugar para visitar, pero hay cosas importantes q te llaman la atención de un lugar, que te quedan a la primera, me senté y me trajeron las cartas para pedir algo, pero la espera fue pésima, tuve q pedir q me atendieran lo cual me pareció mal porque no hay tantas mesas como para q se demoraran tanto, la atención fuemuyprolija , pero extremadamente lenta, quizás poco personal , no se, fijarse en detalles como quitar el cenicero cuando vas a comer ( en la terraza) , en cuanto a la comida pedí una pizza cuatro estaciones , estabamuybuena la verdad , buena cantidad , buena masa, mas un par de cervezas micheladas de 500cc , luego un par de tragos , quizás las medidas un poco deficiente , los precio un poco altos, pero lo vale la comida, pero un detalle dentro de todo, el ambiente bien cuidado, pero me falto un poco en la atención , q creo es una partemuyimportante, para volver y darle otra oportunidad.

ricas pastas a buenos precios en un bello barrio. hora de cena. ordenamos amaretto sour y malibu sour, panzottis rellenos con carne picante y tortelinnis rellenos con salmon y una botella de vino. las pastasmuybien preparadas y presentadas. los tragos buenos. de postre una creme brulee y un tiramisu. notable el tiramisu. los precios son super convenientes y tienen buenas promociones de comida y tragos en happy hour. la decoracion algo vintage. el punto cojo la atencion. lenta y distraida. algunos clientes se tuvieron que parar para ir a buscar a los meseros. mal. regresaremos a probar las pizzas. recomendable.

me gustó mucho el hambiente es tranquilo el lugar muy bien decorado, la comida rica desde el picoteo y el plato principal , se espera lo suficiente se nota la comida preparada en el momento y la atención es buena .

es la segunda vez que vengo al local, la atención es sencilla y rápida. sólo he probado las pizzas, las masas son super delgadas y los ingredientes sabrosos, tienen unas propuestas del chefmuyinteresantes. lamentablemente con la cerveza no salieron bien, la primera vez no tenían las que pedimos y nos sugirieron una similar, la segunda vez simplemente no tenían shops así que pedimos la clásica kunstmann que llegó tibia.... por lo demás el local tiene una linda ambientación y esta cercano al metro cumming.

muy bien ambientado restaurant italiano con variados platos y promociones, recomendable para ir a almorzar con un menúmuybarato que incluye copa de vino o bebida, entrada, plato de fondo y postre por $7.900. de lunes a viernes
también tiene el día del ñoqui de la fortuna el día 29 de cada mes, tradición argentina típica.

fuimos por ser una opción dentro de los descuentos de falabella (majestic es otro cercano, y que sí lo recomendaría). si quieres ir a un local ondero, a tomar un trago piola (porque tiene variedades interesantes), podría ser tu opción. si quieres elegir algo que comer - porque "hace hambre" - los platos más ricos serían las pastas (pero para eso, te recomendaría sin dudas el restaurant "sole mio" en moneda,muycerca), caros y en mi opinión no valen la pena el precio que cobran en este local, mejor ir a un local de la especialidad. por último, pese a la buena atención de los meseros, el dueño del local fuemuydéspota, casi agresivo, no hizo respetar el descuento solicitado, alegando derecho del local "expresado en carta" (nunca estuvo explícito), en resumen, de esos locales que - si tienes algún problema - el cliente "nunca va a tener la razón". mal, no volvería a ir nunca!

un lugar con altos y bajos. por el precio de los platos uno espera algo de mejor calidad, o por lo menos consistente, pero eso no pasa. el resumen: las pastas parecen ser su fuerte. el detalle a continuación...

partimos pidiendo un pisco sour y un aperol spritz, ningunomuybueno. de entrada pedimos un carpaccio de filete que creo que fue lo peor de la comida ya que estaba nadando en limón. por suerte, en los fondos se empezó a arreglar la situación. yo pedí los canelones rellenos de salmón ahumado y espinacas, que estaban bastante ricos. mi acompañante pidió unas brochetas de carne, ciruela y tocino acompañadas de gnocchis. los gnocchis ricos y bien preparados, pero lejos de ser los mejores que he probado. las brochetas desiguales, una estaba bastante rica, pero en la otra la carne estaba demasiado dura y reseca. de postre pedimos un tiramisú, que estaba aceptable de sabor, pero lo encontré seco y un poco fome.

al final me quedé con la impresión de que sólo vale la pena comer las pastas acá (aunque mi muestra de platos para llegar a esa conclusión obviamente no es demasiado grande). el resto de las cosas que probé encuentro que no justifican su precio.

fuimos por el descuento de falabella, se veía entretenido y con onda en las fotos. algo de eso hay, y a pesar de que había algo de dedicación en la decoración alusiva al 14 de febrero, terminó siendo una mala decisión. descoordinación del garzón, pan añejo, galleta añeja en el postre y el suspiro de manjarmuyamargo fueron lo que nos mató. pero la noche estaba rica y el plato principal (parte del menú especial, foto) salvo el momento. quizás habría q darle una segunda oportunidad para probar la carta, pero difícil.

este bar-restorán sí que se lleva varias estrellas en el barrio brasil. ondero, bien decorado, de tamaño perfecto, con arquitectura chora, buena carta de tragos (desde el cosmopolitan, hasta la piscola), terraza, buena atención y dividido en 2 sectores que dejan clarísimo qué parte es el bar y cuál el restorán, aunque entrada la noche se confunden. los platosmuybien, pero los prefiero más a la hora de almuerzo, nosé parece que hay más pasión por cocinar a esa hora que en la tarde. pero en fin, es unmuybuen lugar en el barrio... quizás lo único que entorpece tan buen ambiente es el músico en vivo que va a veces y no deja conversar tranquilo, pero no pasa siempre. si anda por el barrio, pase, le va a gustar.

muy buen lugar. cada vez que vamos, cumple nuestras expectativas. ideal para ir de tarde tomar unos tragos y compartir una de sus varias pizzas; estas últimas de masamuydelgada, liviana y suave. punto aparte para la decoración y el ambiente.

este restorant lleva un buen tiempo en el barrio y en un inicio su atencion y platos eran bastante buenos. hace unos dias volvi, y decidi hacerlo a la hora de almuerzo.
pedi risotto y lo que recibi fue una mazamorra, la atencion fue pesima (solo habian tres mesas) y cdo me acerque a la barra para recordarles q me atendieran, la encargada no tuvo la mejor reacción.
eso si, los postres estabanmuybuenos.

varias veces había pasado por fuera y nunca veía mucho público. la verdad, entiendo que es por un asunto de precios, porque hay opciones más accesibles al presupuestomuycerca. por lo mismo, es que me preguntaba como sobrevive, y la respuesta está en la calidad de sus platos. considero que una buena prueba para un lugar que ofrece pastas, es probar alguna variedad con salsa bolognesa, la tradicional salsa conocida por todos. mis respetos a sus gnoquis, estabanmuybuenos, no son los mejores que he probado en la vida, pero su sabor supera la preparación promedio. el servicio fue bueno, aunque debo decir que me decepciona el hecho que, en una "promoción", no te permitan la opción de una bebida, siendo que las opciones eran agua mineral, jugo o una bebida alcohólica que no recuerdo en este momento. volveré, porque quiero seguir probando sus pastas.

esteticamente bonito lugar, fui con mi familia y no habia mucha gente, la atencion fuemuybuena, la lasagna recomendada! hay varios tipos de cerveza para regodiarse.

es un poco caro. el ambiente del lugar esmuychoro y las mezclas que tienen de comidas son bastante buenas. la atención fue un poco lenta cuando fui con mi familia, y no tenían toda la carta disponible. creo que sería excelente si bajara un poco sus costos.