buen descubrimiento este lugar, buena comida y atención.
en cuanto a comida, nos pedimos una canasta para compartir. esta canasta consistía en dos tipos de panes, un mini baguette y uno integral, además de un croissant y dos tipo de dulces, acompañado de palta, mantequilla, miel y mermelada.
los panes: ricos, blandos y en un buen punto, horneados hasta estar crujientes por fuera y blandos por dentro, sabrosos también.
los dulces, un quequito delicioso, algo de frambuesa, nueces (creo) y otras cosas que no pude descifrar, pero en fin muy bueno. los sabores eran intensos sin recurrir al exceso de azúcar, tenia el dulzor justo. de manera similar, un budin de pan con manzana y canela, muy bueno, sabroso y sin ser excesivamente dulce. un poco pasado a la canela, pero en fin bueno también.
la canasta en su conjunto es suficiente para dos personas con animo de tomar "tecito". la mantequilla para acompañar estaba un poco dura, rompiendo el pan cuando la queríamos untar en este.
bebidas:
mi café, un macciato estaba bien preparado y el sabor del café estaba bien. son de esas cosas que cuando están bien, pasan "piola", pero que cuando están mal, todo es un desastre. este estaba bien.
el té, estaba bueno, con un toque de caramelo. no era de bolsita, lo cual se agradece.
finalmente, para rematar, nos pedimos un chocolate caliente. muy bueno, con chocolate de verdad, la espuma de leche muy bien incorporada y espumosa. un sabor intenso a chocolate, denso y sin necesidad de echarle azúcar adicional.
el local:
claramente familiar. yo fui en pareja y le falta ambiente, ya que no hay música, es muy luminoso y sin decoración "ondera".
para invitar a tu mamá, amigas con niños, etc. genial. mobiliario colorido, espacioso, bien iluminado, juegos para niños, etc.
familiar.
la gente:
un 7. la persona que nos atendió fue muy amable y cortés. la sonrisa y la bienvenida en general se aprecia.