fuimos a celebrar un cumpleaños, y quedamos muy contentos.
la comida estaba exquisita. tienen una carta muy variada, con buenos ingredientes y opciones para todos los gustos. pedimos, para picar, una tabla mixta italiana, con prosciutto, salame, parmesano, y bocconcini; y una tabla de burrata con albahaca y tomate, todo fresco y sabroso, y acompañado de una focaccia que estaba increíble. de fondo pedimos varias pastas frescas, y sólo se escucharon buenos comentarios. en mi caso, comí unos ravioli de zapallo con mantequilla y salvia, muy buenos, con una salsa bien equilibrada, sin ser pesada ni abrumadora, y bien conjugada con el dulzor del relleno. compartimos después un postre de maracuyá, bueno, con sabores dulces y ácidos bien logrados, y pedimos café, que estaba rico. para acompañar, tienen una buena carta de vinos, con varias opciones italianas, y también cerveza traída de allá (embotellada).
la atención fue muy buena, con un mesero atento que nos dio buenas recomendaciones para acompañar la comida. el local está bien ambientado, con una terraza interior exquisita, aunque calurosa en el verano, muy tranquila y agradable. los precios fueron un poco más altos de lo que esperábamos,peroes similar a lo que se puede encontrar en el sector, y la calidad no decepciona.
recomendable, de todas maneras.