fui, tomé, me emborraché.
buena pizza, excelente carta de cervezas, perfecta combinación. para los fuertones, recomiendo y considero imperdible el schop de gulden draak: medio litro de cerveza negra, 10,5º, con un olor increíble y ese tostado acaramelado de la cebada en una helada cerveza (fría y muy fría es mejor aún). un vaso y medio y se hace difícil pararse de la silla.
las pizzas son muy ricas, hay mucha variedad, perfectas para compartir.
el problema es que siempre está lleno (he ido un par de veces, entre las 19 y 22 hrs) y que la atención no es muy rápida.
ambiente grato, buena terraza, cerca (al lado en verdad) del parque, en un barrio bien rico.