había ido una vez hace mucho tiempo y ahora fuimos con marcia otto gracias a una invitación de zomato, de la cual estoy muy agradecido. restaurant de comida mexicana con un menú bastante simple y que no busca arriesgarse con combinaciones extrañas. se van a la segura y ofrecen un plato abundante que si bien no destaca por sabores nuevos, si lo hace con dejarlo a uno muy satisfecho. y al final del día cumplen con el objetivo, ya que sin gastar mucha plata, uno puede quedar muy satisfecho.
por las fotos que subí pueden ver cuales fueron los platos que ordenamos. los smoothies estaban bastante ricos y con el calor que hacía, helados, por lo que fue bastante refrescante. los nachos supreme eran un monstruo y muy bien presentados. pensé que lo habían servido así porque venía con invitación de zomato, pero al ver que otra mesa había pedido lo mismo, y le trajeron el mismo tamaño, deseché esa idea y supe que aquí se toman muy en serio los nachos. ricos, crocantes y con una salsa que se complementaba muy bien. los platos de fondo, no son ninguna maravilla. están bien hechos y son ricos, pero de alguna forma siento que son platos que pueden ser reproducidos en la casa de uno. el postre, exquisito. este, junto con los nachos fueron lo mejor de la velada. pero recomiendo que si va de a 2, y pide uno de los nachos, pida algo liviano de fondo, porque o si no saldrá rodando.
al final, es comida bien lograda, que uno come con gusto y en donde los volúmenes son mas de lo pagado. pero como dije, uno en cierto punto siente que es comida reproducible en la casa. y me pasó que el plato de fonod no pude terminármelo pero por alguna razón no lo lamenté. creo que este es un indicador que diferencia un plato rico de uno delicioso. este último, uno no quiere dejar de comer. en cambio con el primero, uno deja de comerlo y espera a ver que más hay.
recomendable si anda justo de bolsillo y tiene mucha hambre. también, para ir con grupo de amigos o de trabajo.