viernes de oficina, almuerzo con los amigos del trabajo y celebración de mi cumpleaños, excelentes razones para comer rico, y dónde, al lugar en el q se comen las mejores pastas cercanas a mi oficina, el sole mio.
eramos varios, para comenzar pisco sour redondo y apetitoso, después fui por los gnocchi con salsa fruto di mare, las pastas deliciosas pero la salsa era con poquísimo fruto.
los vinos, completa carta y optamos por 2 botellas de cabernet souvignon más carmenere, assemblage que jamás falla, menos vinienedo de viña montes.
los postres, mi torta te merengue lucuma, casi tan perfecta como la del café colonia o del mozart.
en suma un almuerzo increíble y el sole mio recomendado 100%. ni hablar de sus instalaciones, imperdible conocerlas, una cocina a la vista en el entre piso de una casona antigua refaccionada.