ciudadano

me gusto bastante!
muy buen ambiente para ir con un grupo de amigos o con la pareja (que fue en mi caso). buena música en un ambiente cálido e íntimo. buena decoración y diseño (nos sorprendió mucho el mural de estrella dam).
sobre la comida pedimos pizza, no son de las mejores que hemos probado en santiago, pero esta bien, para mi gusto la masa era demasiado delgada. eso sí, nos sorprendió la amplia carta de bebidas, tragos, cervezas...
es mas un sitio para ir a tomarte algo y pasar un buen rato, que para disfrutar de una exquisita comida.
lo recomiendo por su ambiente.

muy bueno en general el servicio, nos atendieron súper. buena comida y muy buenos postres. ..................................................

pollo de grano a la parilla y mechada al vino tinto! ! !mas que espectacular! quería dar algo rico y exquisito a mi amiga clau por su cumple y encontré este lugar por puntuación en la app. todo tan rico que seguro regresaré, me encantó desde la decoración, la atención muy buena y servicio muy rápido, además que para ser un lunes y haber mucha gente es un muy buen indicador. finalmente, la cereza de este momento feliz fue el postre de la casa 2.0, más que recomendado! !

buen ambiente, para ir a disfrutar después del trabajo de una buena pizza y cerveza aparte que la relación precio calidad anda de lo mejor! sigue la tónica del dueño en cuanto al estilo de la comida y onda de los otros locales!

fui temprano para asegurarme de encontrar mesa, ya que no es mi primera vez en este lugar. lo que más me gusta es que los precios de las comidas son muy razonables y tienen variedad. desde un plato de ricas pastas a tablas para picar. partimos con calamares y trozos de merluza fritos. un buen plato y bastante grande. seguimos con una pizza toscana de salame y espárragos que nos defraudó. la salsa de tomate no tenía nada de sabor. ni el queso logro salvarla. para arreglar la situación llegó el postre de mouse de lucuma con chocolate. no quiero ser injusta con este lugar porque las otras veces no había fallado con los platos, sólo que de las pizza esperaba más. atención sorprendentemente rápida y gentil, aunque a mi no me gusta cuando apuran tanto para pedir, pero eso es sólo cosa del gusto de cada uno.

de aperitivo, un muy bien preparado pisco sour peruano tabernero.
de picoteo, un mix de empanaditas de cholga ahumada-queso; prieta-queso y peperoncino-queso.
un buen bar-restaurante, en la linea de buena calidad y atencion como otros locales del mismo dueño, como la percanta o el cuidad vieja.
muy ricas pizzas, delicada masa y la dosis justa de ingredientes frescos.
pedimos una tabla que incluía brochetas de carne, pollo y cerdo, verduras asadas, prietas y chorizos, con chimuchurri.
las pizzas, de mozarrella di búfala y tomate, muy rica; y la otra, de rucula y queso roquefort.

el local es bastante grande, cuenta con 2 pisos, buena distribución de mesas y a pesar de que se llena despues de las 19:00 hrs, la espera por una mesa es breve.
amplia carta de cervezas nacionales e internacionales.
recomendable, sobre todo con sus pizzas.
el precio promedio p/p es de $10.000 aprox.
estacionamiento en las calles colindantes.
#zomatochile #zomato

buen restaurant, un verdadero clásico a estas alturas, de esos que han permanecido en el tiempo y han plasmado su propuesta sin variar su calidad en la cocina.
su fuerte son las pizzas y el buen picoteo que acompaña a una ronda de exquisitos tragos. obviamente sin desmerecer platos clásicos como el tiburón (tollo) en salsa de vino tinto, que es un deber destacar en esta reseña.
pese al buen sabor de boca que deja cada visita al ciudadano, tengo sentimientos encontrados con este lugar, debido a que es toda una odisea conseguir una mesa disponible, aparte de que no permiten reservas con anticipación. dos puntos en contra que, uno como comensal por naturaleza, sufre una cierta incertidumbre ante cualquier junta o festejo con amigos programada, ya que quedas supeditado a los antojos de una casi siempre masiva concurrencia. cosa que debiera solucionarse permitiendo la reserva. en fin, es un punto al cual nunca han dado solución y espero que algún día se iluminen o derechamente se peguen en la cabeza para mejorar este más que importante tema.
la atención es rápida, detalle muy valorable pensando en la saturación de gente propia del local. otro punto alto son los valores de la carta. muy buenos en relación precio/calidad y, obviamente, he ahí su alta concurrencia.
en resumen, rica comida, buena carta de bebestibles y espacios que se hacen pequeños. piense positivo antes de ir en grupo y visualicese pasándolo increíble, todos cómodamente sentados y disfrutando a lo grande o armese de temple y paciencia.

muy buen lugar y atención. los platos de un buen tamaño y muy ricos, el pisco sour le hacía buena compañía. lo único malo, es que al llegar de vuelta nos dimos cuenta que nos habían cobrado un plato de mas. decepción.

bastante bueno a decir verdad, creo que algunas cosas les faltaba un poco de aliño como a la entrada de camarones, las costillitas decían bbq en el menú pero no se distinguen por un sabor americano si no que tienen algo criollo por ahí, la trilogía de ceviche es el mismo ceviche con diferentes salsas que son demasiado suaves para distinguir la diferencia, no se dejen engañar. lo único que no me gustó es el espacio que tienen las mesas, la verdad es que quedamos demasiado pegados a la muralla a pesar de haber reservado mesa.

nuestro bar favorito por lejos, es difícil recomendar algo de la carta dado que todo es muy rico, pero hoy en particular vinimos un asado con queso azul y un pollo de grano... buenísimo!

el ciudadano aún es el boliche de barrio no contaminado. no se sacrifica por ofrecer tantos detalles o tanto garbo para el amante de instagram o como esos promocionados bares dedicado a visitas ilustres y partidarias. sigue resguardando su espacio para platos y picadillos contundentes y bien preparados, preocupados por una buena atención, en la que a veces destaca la habilidad para contener a los comensales siempre urgentes de tiempo. y todo por un precio que no significa un gran desembolso 
para mantener el espíritu vivo puede ser una tabla parrillera, rabas a la romana, camarones al pil pil, pizza caperi hasta postre ciudadano 2.0 (frió y caliente al mismo tiempo) más -volvemos a repetirlo- una atención muy bien dispuesta, que hace que la estadía sea lo mas cómoda posible. 
no agoten o suden la neurona buscando recursos gourmetizados o de una promocionada gran cocina, aunque digámoslo, al interior de la  cocina hay alguien que al parecer se está esforzando bastante (bueno el punto de las carnes y de los condimentos, todo en su justa medida, sin excesos).
bien la carta de tragos y otros bebestibles, también, muy recomendable para llevar vino para descorche (mi opción preferida) que también está, a un precio intermedio. 7 mil pesos. (10 mil en el resto de providencia).

es la segunda vez q voy, la primera vez estaba muy lleno así que sentamos en la barra tomamos una cerveza y nos fuimos pero esa vez conseguimos una mesa y probamos la pizza que a parte de muy grande estaba muy rica.
el local tiene onda, la atención buena y un buen precio .... recomiendo !!!

la verdad, la carta no me gustó mucho, poca variedad, y lo que comí, que fue pollo con risotto de espárragos estuvo ahí no mas, era mas hueso que pollo.
el lugar me gustó, buen espacio, bonito.
lo mejor sin dudas son los tragos preparados, es su fuerte lejos, el mojito estaba muy bien bueno!

los postres son increíbles. las pizzas demasiado ricas, el ambiente adentro es genial, pero cuando fui justo me tocaron las mesas de la calle que no son tan agradables.

ideal para ir con un grupo de amigos, el lugar es muy agradable, buen ambiente y tiene mucha onda ahhhh y las pizzas son maravillosas !!!!