luego de una tarde en el persa bio-bio y de vuelta hacia el centro para almorzar me bajé antes de lo esperado al ver un restaurant peruano que se veía muy interesante en calle san diego a una cuadra y media de plaza almagro.
llegué como 30' antes de la hora de cierre (18 hrs) pero me recibieron con las puertas abiertas y sin poner ninguna presión por la hora. me atendieron de inmediato con carta en mano y dos paneras al hilo con exquisitas salsas.
ya tenía claro lo que quería, de hecho quedé con ganas de repetirme después de haberlo ordenado en otro excelente restaurant peruano que visité hace unos días: el apetitoso lomo saltado ($6.500, el precio está un poco más alto de la carta acá en zomato por si acaso)
no se demoró nada, y de hecho la espera ni se sintió estando allí, muy agradable ambiente. tb hay que tomar en cuenta que esta calle el fin de semana es re piola, no anda mucha gente y pocos autos transitan, haciendo la estadía tranquila y relajadísima.
plato en la mesa, ya el aroma fue una introducción. arroz graneado, carne blandita con la cantidad precisa de cebolla y tomate, todo mezclado con el delicioso jugo. no quedó nada en el plato, se aprovechó hasta lo último! las papas estaban muy buenas, solamente me faltó que hubiesen sido un poco más crujientes y unas cuantas más habría sido ideal, pero encajó sin ningún problema con el resto del plato.
me atendieron dos personas, constantemente preocupados de que todo estuviese bien y en orden, súper amables y acogedores. no estoy seguro si hay segundo piso porque me quedé en la primera mesa que encontré más a gusto, pero de todos modos el comedor es cómodo y bien organizado.
salí muy conforme, y definitivamente volvería! aparte el que esté abierto el domingo lo hace una gran alternativa para alejarse de las típicas opciones de siempre.